Tras la caída parcial del falso techo de escayola del recinto, ocurrida en la madrugada del 8 de septiembre del pasado año, los usuarios del centro tuvieron que trasladar sus actividades lúdicas a la primera planta del Gran Teatro Antonio Ferrandis, para que éstas no se vieran interrumpidas mientras se trabajaba en el Hogar.
Una vez reparado, en la tarde de ayer volvían a abrirse las puertas del local de 400 metros cuadrados que ejerce la función de Hogar del Jubilado en el barrio de Campamento y los usuarios celebraron la inauguración con una sonrisa y un buen baile.