El año 2003 abría sus puertas el nuevo CEIP Mare de Déu de Vallivana. Nueve años después, la dirección del centro se ha visto obligada a clausurar seis baños porque el mal estado en que se encuentran puede entrañar riesgos para los alumnos. Al parecer, la rapidez en su edificación y el frío de los últimos días parecen ser las causas de los desperfectos que sufren. 
El viernes 3 de febrero cayeron decenas de azulejos de uno de los baños. El ruido sorprendió al personal docente y también a los alumnos que se encontraban muy cerca de alli y que hacía sólo unos segundos habían terminado de utilizar los urinarios. Poco a poco, la situación se repitió en tres baños más.
Según explica la directora del centro, Marta Espí, “el lunes día 6 informamos a la Dirección Territorial de Educación para dar a conocer el suceso, y al día siguiente fue cuando presentamos por registro de entrada un informe a la mencionada Dirección Territorial. Ese mismo día decidimos cerrar los baños y avisamos a las familias de los alumnos de la situación en que se encuentra el centro”.
Según el jefe de estudios del colegio, Francisco Tapia, “en estos momentos, se encuentran inutilizados 6 baños con 4 retretes cada uno, lo que deja al colegio en estos momentos con sólo dos retretes para 325 alumnos de Primaria y profesores”.
Tras ser informado por parte del colegio, el Ayuntamiento procedió a realizar un estudio de la situación y a rtirar todos los azulejos de los baños, “puesto que es la única forma de garantizar el acceso seguro del alumnado a los baños y evitar un suceso mayor”, explica Conxa García, alcaldesa del municipio.
No obstante, de la misma manera que lo ha hecho el centro, el Ayuntamiento de Picassent también ha enviado un informe a la Conselleria con las deficiencias que está sufriendo el centro.
