Vergonzosa y lamentable la situación que le ha tocado vivir al Valencia Club de Fútbol en apenas 24 horas. El partido de dieciseisavos de final de la Europa League entre el Valencia y el Dinamo al final se disputará en Nicosia, Chipre, a las 19 horas debido al conflicto bélico y la tensión social existente en Ucrania. Así lo ha decidido la UEFA pocos minutos antes de que la expedición blanquinegra y los medios que la acompañan embarcaran en el aeropuerto de Manises rumbo a Kiev.
La incertidumbre en el Valencia se acrecentó en el día de ayer tras conocerse que las revueltas sociales en el país del este de Europa se radicalizaban e iban creciendo en intensidad. Mientras, el Valencia esperaba noticias de la UEFA para saber si se iba disputar el partido o no. El sentido común decía que no, pero por lo visto los 25 muertos, los centenares de heridos y las protestas masivas de un pueblo, el ucranio, no parecían suficientes argumentos para el máximo órgano del futbol europeo para que cancelara o trasladara el partido… Al final Dinamo y Valencia sí disputarán su partido. Situación surrealista.
Con un Amadeo Salvo toda la mañana pendiente del teléfono, pocos minutos antes embarcar el Presidente recibió la noticia del cambio de escenario por parte de la UEFA. “Era muy complicado jugar en Kiev. Nos garantizaban la seguridad pero hay muchos imprevistos que no se pueden controlar y lo mejor es jugar en un campo neutral. Estamos satisfechos. Ha imperado el sentido común y la cordialidad de todas las partes, de la UEFA, que ha trabajado…”, declaraba el presidente, rodeado de una nube de periodistas, en el aeropuerto de Manises.
Es triste, muy triste, comprobar lo mal y tarde que ha reaccionado la UEFA, un organismo que alardea, por ejemplo, de valores como “RESPECT” (respeto) o” FAIR PLAY” (juego limpio) y que sin embargo es incapaz de comprender la situación de una nación que ahora mismo está de luto por las víctimas mortales en las revueltas. Particularmente no entiendo la hipocresía de una institución que se supone que vela por los intereses de un deporte, de una fiesta, de unos clubes, de unas aficiones… La UEFA y el fútbol no pueden mirar hacia otro lado. Los clubes de fútbol y los aficionados, tampoco.
Francisco Estellés | @siskoestelles | Periodista | www.semprevalencia.com
