Condenado a 21 años de prisión el acusado de matar a la empleada de un salón de juegos en Catarroja

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El juzgado de Instrucción número 5 de Catarroja ha dictado sentencia para el caso del robo en un salón de juegos de este municipio que acabó con el fallecimiento de una de las empleadas. El acusado ha sido condenado a 18 años de cárcel por asesinato y a otros tres años de prisión por un delito de robo con violencia.
Los hechos ocurrieron el 27 de mayo de 2010 cuando el ya condenado entró en el local provisto de bridas de plástico y cable eléctrico negro y, tras bloquear la puerta del establecimiento con las bridas empalmadas, maniató a la única empleada que había en ese momento en el local (alrededor de las 14.30) con el cable y la condujo hasta la habitación del fondo donde se encontraban las cajas fuertes.

Una vez allí le exigió que las abriera o le facilitara las claves. La empleada le dio la clave de la caja pequeña, de donde el acusado extrajo entre 1.800 y 2.000 euros pero no conocía la clave de la caja grande. El hombre intentó forzarla y, al no conseguirlo, “le presionó el cuello para provocarle la asfixia y comenzó a golpearla reiteradamente y con fuerza en el rostro y en la cabeza, primero para que le diera la clave y, posteriormente, con la clara intención de causarle la muerte”, según consta en la sentencia.

Después, para destruir las pruebas y el cuerpo de la empleada, el asaltante prendió fuego al interior de la habitación donde yacía la víctima y donde se encontraban los equipos de grabación y electrónica y cerró la puerta tras accionar el seguro para impedir su apertura desde el exterior pero la rápida intervención de los bomberos evitó que el fuego se extendiera más allá de cuatro metros cuadrados.

Según la sentencia, el ya condenado, de origen marroquí, tenía problemas económicos y conocía el salón de juegos porque iba entre las 14.30 y las 15.30 horas todos los días, cuando el café era gratuito, y se sentaba en la barra a observar las máquinas tragaperras y a sus usuarios. Además, el mismo día de los hechos abandonó su vivienda precipitadamente y se dirigió en su coche hasta Algeciras donde cogió un ferry que lo llevó a Tánger (Marruecos).

Tras las oportunas investigaciones, fue detenido en Algeciras el 20 de octubre de 2010. Su comportamiento antes y después de los hechos (la vigilancia y la huida repentina) y las pruebas genéticas y materiales halladas en su domicilio han sido definitivas para que sea declarado culpable de un delito de asesinato y de otro de de robo con violencia e intimidación. En total, ha sido condenado a 21 años de cárcel, 18 por asesinato y tres por robo con violencia. Además, ha sido condenado a indemnizar con 90.000 euros al viudo y con otros 90.000 a la hija de la empleada.

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