Fue una noche de blues para los amantes de la buena música en directo. Los Big Hollers, con aportaciones de Marian Zoiro y Javier Tijuana, culminaron la atmósfera alumbrada por el festival Alboraya, Del Blanc al Blues, con un recital de las mejores canciones del legendario Robert Johnson, calificado como el rey del blues de Delta.
Como subrayaba el guión del concierto: “Johnson, el músico ambulante que tocaba de pueblo en pueblo por todo el sur de Estados Unidos, ha terminado ocupando el 5º puesto en la lista de Los 100 más grandes guitarristas de todos los tiempos de la revista Rolling Stone”.
El concierto reunió, como ha venido ocurriendo con los más de veinte conciertos del festival, a amantes y curiosos del blues, a creativos en diferentes facetas de la oferta de Alboraya, a empresarios del turismo y de la hostelería, y a representantes de colectivos e instituciones, que con sus recursos y capacidades han hecho posible el evento.
El concejal de Promoción Económica, Francesc Pastor, lo resumía así: “El Festival ha sido desplegado gracias al acuerdo en una serie de criterios estratégicos y operativos, que han dado prioridad a la optimización de la gestión de los recursos y de las capacidades implicados. El Ayuntamiento de Alboraya y la Diputación de Valencia, de un lado, y las empresas, los colectivos culturales, la Asociación Valenciana de Blues, los músicos y todos los que han asistido a cada concierto, han sido los protagonistas de un liderazgo compartido, en un territorio que quiere ser inteligente y proveedor de recursos y capacidades para el bien común, desde una visión realista de la realidad socioeconómica actual”.
La elección de Robert Johnson como protagonista último del evento no ha sido casual. “Ya en los años 50 y 60, cuando comenzó el redescubrimiento de artistas como él, las nueves corrientes norteamericanas de izquierda del folk revival, creyeron encontrar en él semillas tempranas de lo que sería la canción protesta”, afirma Daniel Tena responsable de la selección de las canciones y redactor del guión del homenaje.
El alcalde de Alboraya, Miguel Chavarría, cerró el acto afirmando: “Del Blanc al Blues es el horizonte de la política de fomento de la economía creativa en el territorio inteligente de Alboraya. Desde la ciudad, hasta los núcleos urbanos de La Patacona y Port Saplaya, así como de esa porción del municipio que nos une que es L'Horta. El futuro que nos importa ha de tener en cuenta todos los colores y cada matiz de nuestra actividad productiva. Debe atender a los recursos dinerarios generados por esos procesos que dan relevancia a la innovación, al despliegue de la imaginación en la composición de nuestra oferta, desde el reconocimiento a la persona, al "quien creativo", y sus manifestaciones”.
Cerrado el festival, el proyecto Del Blanc al Blues continuará su trayectoria. Entre sus objetivos, “que la creatividad salga a la calle, que los creativos del municipio hagan público su compromiso con el despliegue de una cohesión social en Alboraya, imprescindible para el desarrollo sostenible de su identidad, como municipio inteligente y creativo”.
Esto es otra de las medidas cortina o pantalla que nos tiene acostumbrados el miniequipo de gobierno del Sr. Chavarria, son medidas de autobombo para salir en la foto y poder decir que ellos hicieron ….
pero la realidad es que muchos comercios de Alboraya cierran por las complicaciones que les imponen desde la concejalía de urbanismo, a la vez que grandes empresas que se querían instalar en Alboraya se van por las trabas impuestas por la arquitecta municipal, y yo me pregunto si la ley es la misma en Almacera, Meliana y Alboraya, porque tantos problemas en Alboraya,
yo particularmente señalo al miniequipo de gobierno que en vez de gobernar esta haciendo campañas de markeing para decir que buenos somos, que «una vez» que cogimos el gobierno hicimos todo esto.