Compromís per Torrent calificó de “ilegal y esperpéntica” la aprobación por parte de la Comisión Especial de Cuentas del Ayuntamiento de Torrent, de las Cuentas Generales de los ejercicios 2009 y 2010 al considerar que “se han copiando datos de la memoria de gestión del 2009 en el 2010 y no se ha atendido a los informes del interventor general".
Según el portavoz municipal de Compromís, Sento Beguer, la documentación dada a los grupos de la oposición ha sido incompleta y plagada de errores, como por ejemplo el hecho de que la memoria de 2010 contiene los mismos datos que las que corresponden al ejercicio 2009.
Beguer explicó que además el Interventor alerta que “como todos los años esta Cuenta General además de no cumplir con la legalidad en cuanto a los plazos, la hace inservible para los fines de gestión, por el retraso de la misma conforme se ha denunciado insistentemente".
Para el portavoz de Compromís se han incumplido varios artículos de la Ley de Haciendas Locales, como por ejemplo el artículo 211, dado que la memoria de 2010 no justifica el coste y rendimiento de los servicios públicos y tampoco contiene el grado de cumplimiento de los objetivos programados, ni los conseguidos, ni su coste. Beguer también afirma que el Interventor alerta del incumplimiento del artículo 193 y "de la falta de debate sobre el estado de las Cuentas, solicitado por los grupos de la oposición, y que es muy ilustrativo de los acontecimientos en los últimos tiempos, entre otros hechos".
Esta situación ha provocado que Beguer pidiera que consten, en el acta de la Comisión, todas estas irregularidades, ante la insistencia del Equipo de Gobierno de aprobar las Cuentas Generales fuera como fuera.
Además Compromís ha pedido el voto nominal para que se identifiquen, con nombres y apellidos, los concejales que han votado a favor pese de todas las deficiencias legales y las advertencias del Interventor.
Para Beguer la aprobación de las Cuentas, en estas circunstancias, “supone falsear la imagen pública de la contabilidad del Ayuntamiento y es una burla a todos los criterios contables a los qué obligan las leyes”.
