Compañeros de piso a los 80

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El Ayuntamiento de Rocafort se ha adherido a un programa de la Obra Social de Catalunya Caixa que empareja a jóvenes universitarios de todo el mundo con personas mayores dispuestas a ofrecerles su hogar a los estudiantes y convivir con ellos mientras cursan su carrera. Una experiencia que lleva diez años en funcionamiento y que “devuelve la vida” a los ancianos solos que deciden probarla.
Ante un auditorio con decenas de personas mayores, la concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Rocafort, Ana Llorens, ha presentado el programa ‘Vive y convive’ a los ciudadanos del municipio acompañada por el delegado de zona de Catalunya Caixa, Antonio García, el psicólogo responsable del programa de la Obra Social de la entidad, Arturo Aguilera, y la trabajadora social del Ayuntamiento, Mariló Ambou.

Apoyados por un vídeo que recoge historias reales de las parejas formadas durante los diez años de vida del programa, los representantes de Catalunya Caixa explicaron el éxito que supone su ‘Vive y convive’ y la satisfacción que proporciona tanto a ellos como organizadores como a las personas que se acogen a él, tanto jóvenes como mayores.

Los universitarios consiguen una vivienda tranquila cerca de su universidad donde poder estudiar al tiempo que se benefician de la experiencia personal de sus ‘compañeros de piso’, de sus consejos, de su cariño y de su compañía. También las personas mayores mejoran su calida de vida ya que, muchos de ellos, no están acostumbrados a la soledad y tener a alguien en casa les devuelve la vida, como apuntaba uno de los participantes en el programa.

Además, los jóvenes adquieren ciertos compromisos en el contrato que suscriben con la entidad como el de hacer al menos una comida al día con sus compañeros, limpiar aquello que ensucien y compartir con ellos charlas, paseos o parte del tiempo libre. “Los jóvenes no serán vuestros inquilinos, serán vuestros compañeros y, en poco tiempo, vuestros amigos”, explicaba la técnico de servicios sociales.

Seguridad y tranquilidad

Para escoger las parejas más adecuadas, tanto los solicitantes como los ofertantes se someten a un estudio psicológico por parte de los profesionales responsables del programa que garantizan, en todo momento, que los jóvenes que van a meter en casa son personas estudiantes, responsables y nada conflictivas. Pero también las personas mayores deben cumplir unos requisitos como que se puedan valer por sí mismas.

Una vez emparejados, los profesionales del programa realizan un seguimiento de la convivencia para garantizar el éxito del programa. Desde el Ayuntamiento han insistido, además, en que los servicios sociales del municipio estarán al tanto de todos los participantes en el programa para ayudarles en lo necesario y aclarar sus dudas.

En definitiva, un intercambio intergeneracional, una convivencia inusual que aporta a quien la prueba una experiencia vital inolvidable.

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