La primera Jornada de Prevención de Inundaciones en la Cuenca del Carraixet, organizada por el Ayuntamiento de Alboraya, ha concluido con un canto unánime de todos los presentes exigiendo a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) la limpieza de los barrancos que se incluyen en la cuenca y de los que es propietaria para evitar en la medida de lo posible graves inundaciones en los municipios afectados. 
La CHJ, que no contestó a la invitación para acudir a esta jornada como ‘propietaria’ del barranco del Carraixet, según han asegurado los organizadores, ha sido el blanco de todas las críticas en una reunión en la que han estado presentes representantes de los ayuntamientos de la cuenca del Carraixet (Gátova, Marines, Bétera, Serra, Náquera, Moncada, Alfara del Patriarca, Vinalesa, Godella, Bonrepòs i Mirambell, Almàssera, Tavernes Blanques, Meliana y Alboraya) y el secretario autonómico de Emergencias, Luis Ibáñez.
Esta primera reunión, según su impulsor, el director del servicio de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento de Alboraya, Ernesto Navarro, tenía como objetivo concienciar a todos los agentes implicados de que tener un plan de emergencias específico sobre inundaciones y colaborar conjuntamente puede reducir en gran medida las consecuencias desastrosas que puede conllevar una inundación. “A partir de ahora habrá que ver cómo colaborar, cómo trabajar, pero lo importante es que tenemos fines comunes”, ha señalado.
Asimismo, y tras poner el plan de emergencias de Alboraya como ejemplo, Navarro ha reconocido que el principal problema en estos momentos es la falta de limpieza en el cauce del barranco del Carraixet y de otros más pequeños que forman su cuenca. Responsabilidad, al parecer, de la CHJ. La suciedad y la excesiva vegetación que crece en el cauce puede provocar un efecto barrera que desborde el agua del barranco y, también, el temido efecto arrastre que multiplica los resultados catastróficos de una gran avenida de agua a causa de fuertes precipitaciones.
Según han declarado algunos alcaldes presentes en la reunión, la CHJ “no sólo no limpia el barranco, sino que impide a los ayuntamientos que lo hagamos” lo que, en parte, se debe a la necesidad de hacer una limpieza controlada que sea respetuosa con la fauna y la flora que crece en los cauces.
Pendientes de la gota fría
En la reunión, que ha inaugurado el secretario autonómico y el alcalde del municipio, Manuel Álvaro, ha participado también el meteorólogo José Vicente Esteve, quien ha explicado el fenómeno de la gota fría tan típico en la Comunitat Valenciana y causantes de las mayores inundaciones.
Según Esteve, la Comunitat Valenciana es una de las zonas meteorológicas más complicadas del mundo lo que impide que se puedan prevenir fenómenos como la gota fría hasta cinco o siete días antes de que ocurran. Por ello, ha destaco la importancia de la prevención, de los planes de emergencia y de disponer de una base meteorológica propia que ofrezca datos más concretos sobre el municipio que las que pueda dar la Agencia de Meteorología o el Centro de Emergencias.
El meteorólogo ha explicado que la época propicia para los fenómenos de gota fría es el final del verano, los meses de septiembre, octubre y la primera quincena de noviembre, aunque ha reconocido que no se esperan fuertes episodios de gota fría en los próximos días pues, para que ello ocurra, se tienen que dar tres premisas: una masa de aire frío que se haya descolgado de su masa matriz y se sitúe sobre la península, un mar Mediterráneo cálido (con 24 grados como mínimo) y un viento húmedo que sople de este a sureste.
Estas tres circunstancias conjuntas, sumadas a la especial orografía de la Comunitat que sirve de rampa de lanzamiento para que el viento que viene del mar impulse el aire caliente con vapor de agua contra la masa de aire frío provocan los episodios de gota fría típicos del otoño valenciano.
