Uno de los atractivos de la feria era ver y degustar el brazo de gitano de 18 metros que confeccionó la pastelería Garrido, que fue vendido en generosas porciones para obtener fondos para la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer. A media mañana del domingo se vendió el último trozo del típico dulce, logrando recaudar 5.000 euros que se destinará específicamente a la ayuda de los afectados por cáncer infantil.
Aunque algo más pequeño que otros años, las dimensiones del dulce solidario volvieron a ser espectaculares. Para la confección de sus 18 metros de largo fueron necesarios 200 kilos de azúcar, 100 kilos de harina, 200 docenas de huevos, 60 kilos de almendras y 150 kilos de cabello de ángel.
No era la primera vez que pastelería Garrido colabora con una causa solidaria. El año pasado también fue el autor del brazo de gitano de San Blas. En 2013 fue el impulsor y coordinador de la elaboración de un bocadillo de 100 metros de jamón y queso, cuya recaudación sirvió para ayudar a editar el cuento Miguel y el tesoro de la amistad, cuya venta fue a beneficio de Miguel Camacho, un niño de seis años que sufre una miopatía nemalínica de origen congénito.
