El anuncio del Ayuntamiento de Silla de convocar un concurso para adjudicar los servicios de la piscina cubierta a un contratista externo parece que no ha convencido a los vecinos y usuarios que ‘sospechan’ que la medida pretenda reducir los servicios.
Tras la movilización de vecinos y usuarios de la piscina cubierta en contra del cierre de las instalaciones el pasado mes de junio, el Ayuntamiento anunció la convocatoria de un concurso y la reapertura de la piscina para el próximo mes de septiembre.
La Plataforma per Silla, movimiento ciudadano que prestó su colaboración a trabajadores y usuarios en la presentación de quejas ante el gobierno municipal, lamentó que el ayuntamiento no convocara una asamblea a los usuarios de la piscina para informar sobre las condiciones de reapertura de la piscina.
Las quejas de la Plataforma vienen motivada principalmente por el retraso en la rescisión del contrato con el adjudicatario anterior, requisito imprescindible para dar por resuelto el contrato anterior y necesario para la concertación con un nuevo adjudicatario.
Los usuarios también se quejan de que en esta nueva etapa, de acuerdo con los cálculos del coste del servicio, el análisis de la plantilla de personal y la dedicación prevista, se observa una reducción respecto al periodo anterior en las actividades destinadas a terapias y mantenimiento de la salud.
La Plataforma per Silla aprovecho para afear la postura del gobierno municipal al que acusó de “falto de diligencia y sensibilidad social para mantener un servicio público que es de una gran necesidad para aquellas personas que necesitan recuperar la salud perdida o simplemente se preocupan y sacrifican por mantenerla”.
