20 años dando vida

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Puçol se encuentra a la cabeza en donación de sangre en toda la Comunitat, con un censo de más de 1.500 personas que se ofrecen voluntariamente para dar la vida a los demás. La Asociación de Donantes de Sangre del municipio ha sido la promotora de esta cifra histórica, en la que Antonio Tamarit y Vicenta Pastor han sido sus mayores impulsores durante 20 años.
Este longevo matrimonio, enlazado en la localidad francesa de Bessiers, fundó allí mismo la Casa de España y trasladaron la cultura valenciana hasta el país vecino, donde incluso plantaron algunas fallas gracias al tesón de Antonio, que trabajó duro para que Francia conociera nuestras fiestas más populares.

Vicenta, durante su estancia en el barrio del Cabañal de Valencia, fue la encargada de organizar las fiestas, confeccionando trajes, funciones de teatro y concursos de moños.

El matrimonio llegó y se instaló en Puçol y, ávidos de colaborar con los vecinos del municipio, decidieron entrar en la originaria Hermandad de Donantes de Sangre, hace ya dos décadas. En un par de años tomaron las riendas de la organización dándole un fuerte impulso a la promoción de la donación entre los habitantes.

Con ese trabajo, hoy Puçol está en el podium de las ciudades con más donantes de sangre de toda la comunidad, superando las 1.500 personas.

Cada primer domingo de mes, de 9’00 a 13’30 horas, el ambulatorio abre sus puertas a todos los vecinos que se animen a donar sangre. Los datos hablan por sí mismos. “La ciudad de Valencia necesita 700 bolsas de sangre al día o, lo que es lo mismo, 700 donantes diarios”, apunta Antonio, que, entre los beneficios que presentan las donaciones, destaca la regeneración de la sangre del propio donante, que contribuye a su propia salud.

Además, la asociación también premia con un obsequio a aquellos que se deciden a colaborar, como calendarios y bolígrafos hasta barajas de cartas, para que, de cierta manera, el donante se sienta recompensado por su compromiso.

En la sala que el ambulatorio ha cedido para las donaciones, Vicenta la convertido en un lugar muy acogedor, donde incluso se ofrece café a los asistentes. “Estoy muy pendiente de las personas después de donar. Les miro a los ojos para comprobar que están bien y hasta les cuento chistes. Hacemos una pequeña tertulia donde nos contamos de todo. Y, por supuesto, no les falta un buen vasito de café y un picoteo para reponer fuerzas”, explica Vicente. Y es que la buena atención prestada a los donantes es fundamental para que sigan contribuyendo muchas veces más.

Agradecimiento

Pero el agradecimiento de este matrimonio ejemplar a sus conciudadanos va más allá. Los vecinos que donan más de 50 veces reciben una medalla de oro y los que superan las 25 donaciones son premiados con la medalla de plata.

Los que alcanzan la jubilación también tienen recompensa: un diploma. “Antes, hace años, íbamos hasta el domicilio de la persona premiada junto a la banda de música y hasta tirábamos una traca. Luego subíamos para darle el diploma y nos recibía con pastitas”, añoran Antonio y Vicenta, que reconocen que la edad va haciéndoles mella y ya no tienen el apoyo voluntario que tenían antes.

Con estas reflexiones, los presidentes de la asociación animan a los vecinos de Puçol a colaborar con ellos para seguir haciendo del municipio un referente en la solidaridad y en la cooperación.

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